viernes, 11 de marzo de 2011

Estoy vencida porque el mundo me hizo así


Hace un tiempo (largo) que ésta frase resume muy bien lo que siento. Mi forma de pensar y actuar no va con la sociedad en la que me tocó nacer y vivir. Me siento especial, pero estoy casi segura de que no del modo positivo del término, sino «especial» como sinónimo de «rara».
¿Por qué digo esto?
Bueno, a ver, lo resumo en un par de hechos concretos, los cuales vivo en carne propia a diario.
- Me irrita la gente que se estaciona sobre el acceso a una rampa para discapacitados.
- Me indignan las picadas de autos y motos que se realizan en la vía pública mientras transitan otras personas ajenas a ésta «competencia».
- No entiendo a la gente que maltrata a los animales, de hecho, dejé de comérmelos.
- Me hace sentir mal la gente que no sólo no es solidaria, sino la que se burla de los que lo son.
- No soporto a los «malos compañeros», esos que te cruzás siempre en cualquier ámbito de la vida, facultad, trabajo, etc. Esos que no sólo no te dan una mano, sino que justamente, te pisan la cabeza.
- Odio la gente que se queja pero no hace nada por cambiar las cosas. A éste tipo de gente los encontrás fácilmente en cualquier cola, desde la del colectivo hasta la del banco. No paran de quejarse, pero cuando vos reclamás, se alejan y te miran con cara de «yo no la conozco».
- Me molesta la gente que habla mal por las espaldas, que no respeta tu elección de vida, tu manera de ser. «¿Más de 30 y sin novio?... por algo será», «¿No comés carne?... ¡que boludez!», etc, etc.
- Me parece increíble que cuando sube una persona discapacitada o con un embarazo avanzado a un medio de transporte público, nadie le ceda el asiento. He llegado a escuchar a alguien decir «Bueno, pero si quiere sentarse que se vaya a tomar el micro a la terminal». Se ve que nadie entiende el cartelito ese que está en el primer asiento que dice RESERVADO.
- Me duele la gente que usa como insulto calificativos claramente discriminatorios como «negro de mierda», «negro, pero de alma», «mogólico», «paralítico de mierda», etc.
- Me indigna de sobremanera la corrupción que me rodea a diario, no sólo en mi trabajo, sino en la vida cotidiana, como cuando recurrís a la Policía a denunciar algo y si tenés suerte, se te cagan de risa nada más.
Y así podría seguir escribiendo líneas y líneas. Seguramente, cuando leas esto te vas a sentir identificado con más de una o, tal vez, cometas una de éstas tantas acciones que repudio.
Por todo -y mucho más- insisto: estoy vencida porque el mundo me hizo así.

2 comentarios:

Julieta dijo...

Coincido!! Pero no te sientas vencida porque somos varios los que pensamos como vos y todavía no nos han vencido! Y no lo harán!!! :) Te sigo leyendo.

Una tal VaNe dijo...

Gracias Juli. Todo está basado en cosas que me pasaron en primera persona... son cosas que realmente me molestan.
El otro día en la AU Buenos Aires - La Plata ví unos chicos andando en moto a mas de 100 km/h acostados en la moto y manejando con una sola mano. Increíble. Los filmé y llamé al 911 porque la Policia que esta al borde de la banquina no me dió bola y estaban durmiendo!!.